martes, 30 de octubre de 2007

Musicalidad 1

Concepto general.

¿Qué es la musicalidad? Esa es una pregunta que puede tener distintas respuestas. Quizás cada respuesta tenga algo de verdad.
Pero que es la musicalidad en la danza y en nuestro particular caso, ¿Qué es la musicalidad en el Tango?

Primero quisiera ensayar una definición de la musicalidad en términos generales. Muchas serán las ideas que giren entorno a esto, pero a modo de reunir varias de esas ideas me permito explicar la mía: capacidad del oído para discriminar fenómenos sonoros ( algo así como diferenciar lo musical de lo no musical.)

Pero quiero recordar que a nosotros en este momento nos ocupa la musicalidad directamente vinculada a la danza del tango.

En principio en nuestra forma de bailar estan presentes dos áreas:

1. Del orden de lo EMOTIVO O AFECTIVO , estos conceptos deben estar necesariamente asociados ala imaginación creadora, a la memoria y a la sensibilidad rítmica y melódica

2. Del orden de lo CORPORAL abarcando la audición, la aptitud psico-motora y el sentido rítmico.

Además no se puede dejar sin tener en cuenta factores del orden de lo psicológico ya que nuestro cuerpo habla de nosotros y en el se manifiestan ciertas características de la personalidad.

Asociando esta idea con la danza del Tango, y me imagino que esto sucede en todas las danzas, el bailarín o el que práctica danza debe tener en cuenta que para poner en juego al cuerpo debe considerar que estos movimientos nacen desde la capacidad de discriminar los fenómenos sonoros de la música que está escuchando.
Es decir que antes que el MOVIMIENTO está la MÚSICA
Es muy importante discriminar como nos AFECTA EMOCIONAL Y CORPORALMENTE lo escuchado.

Haciendo una correspondencia con otra área del arte que no admite dudas y que nos puede ayuda, sin que esto represente un juicio de valor. Uno puede no saber de pintura pero el impacto visual afectivo que produce la pintura de Da Vinci es muy distinto a lo que nos produce el contemplar una obra de Picasso enrolado al Cubismo.

Otro ejemplo podría ser: no es el mismo impacto auditivo afectivo cuando escuchamos a Mozart que cuando escuchamos a La Mona Jiménez y les repito que no es un juicio de valor sino que es un grado esencial y elemental de la discriminación auditiva.
( Continuará )

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